Una vuelta por los baluartes de la antigua ciudad de Ibiza, Dalt Vila.
La ciudad de Ibiza, dibujada, pintada, fotografiada, instagrameada, Patrimonio de la Humanidad desde 1999 fundada en época fenicia, es una de las ciudades más antiguas de España, la última ciudad leal a Cartago antes de la fundación de Mahón en Menorca. Ha sido fenicia, romana, musulmana y catalana, pero sobre todo lo que ha sido siempre es, internacional.
Isla en honor al Dios Bes (Eivissa proviene del vocablo fenicio “Ibosim”, isla de Bes)
Amurallada y reforzada por 7 bastiones, hoy te proponemos que visites Dalt Vila de una manera que no suele ser tan habitual: recorriendo el perímetro fortificado, una especie de visita militar pero del año catapún.
Entramos por el Portal Nou, situado en el Baluarte de Sant Pere que tiene un centro de interpretación sobre la construcción de las murallas.
Visítalo de 10 a 14 y de 17 a 20 de martes a viernes ( en julio y agosto de 18 a 21), sábado y domingo sólo mañanas.
En lugar de subir la rampa de escaleras que quedan a nuestra derecha tiraremos hacia la izquierda, pasaremos por la Plaza del sol y por la Ronda d´Antoni Costa Ramón hacia el Baluarte de Sant Joan, que sirve de punto de vigía más cercano a la entrada del rastrillo.
Llegamos al Museo Contemporáneo, antigua sala de Armas y desde dónde podemos ver el antiguo Patio de Armas.
Disfrutando de las vistas seguimos hacia el Baluarte de Santa Lucía, que visto desde el otro lado del puerto siempre se ha dicho que recuerda a la proa de un barco. Este Baluarte es quizá el más cultural y visitado, pues es lugar dado a recibir conciertos como el IMS o el Eivissa Jazz. Además cuenta con el Polvorín que acoge una sala de exposiciones.
Seguimos caminando y pasamos por delnate del Convento de los Dominicos, que hoy es el Ayuntamiento de Ibiza, aquí está el homenaje a Guillem de Montgrí, principal promotor de la conquista catalana a los musulmanes. Junto a este mirador, al frente, verás el túnel del Ayuntamiento “es Soto Fosc” que te escupe literalmente, fuera de la muralla.
Atraviesa el parking que encuentras y a mano derecha en seguida, verás una subida con una entrada que indica que vas hacia la Catedral, llegarás a la Plaza de la Catedral con una vista absolutamente genial sobre toda la ciudad y el puerto.
Para el final dejamos la cuesta abajo, volveremos sobre nuestros pasos después de hacernos el selfie de rigor en la plaza de la Catedral y volveremos a las murallas. El Baluarte de Sant Bernat y el de Sant Jordi con vistas al mar, a todos los islotes que son como hitos para la entrada al puerto y con Formentera al fondo son paradas obligatorias.
Ya sólo nos queda el Baluarte Sant Jaume que sirve de espalda junto con el de Sant Pere ( el del inicio de la vueltecita) al Parque Reina Sofía, bajaremos por la Ronda Calví hacia el Portal Nou de nuevo para tomarnos la cervecita que hoy es más que bien ganada en la plaza del Parque y a ver gente pasar.